jueves, 22 de febrero de 2018

Historia de Laila y Bailarín (Diego B y Stefan)




Un buen día un pastor iba con sus ovejas por el Pirineo cuando de repente vio a lo lejos dos manchas, una blanca y otra marrón, sobre la hierba.









Lleno de curiosidad el pastor se acerco a ver de que se trataba cuando, para su sorpresa, descubrió que se estaban moviendo. ¿Qué sería aquello que veía a lo lejos?





Se acercó y cual fue su sorpresa al ver dos pequeños ponys, uno de color marrón y otro blanco llorando sobre el prado.





-¿Qué os pasa?, que hacéis aquí sólitos – preguntó el pastor





-Anoche nos ataco una manada de lobos a mis padres y a nosotros y desde entonces no los hemos vuelto a ver – respondió el pony marrón, secándose las lágrimas.





-Tranquila -respondió el pastor- te llevaré a mi casa y te cuidaré, además tenemos un perro con el que podréis jugar y lo pasareis genial.


Cuando llegaron, la mujer del pastor y su perro, llamado Doggy, salieron alegremente a saludar al pastor y este les contó sobre su encuentro y los hermanos se presentaron el blanco era Bailarín y el marrón Laila


A partir de ese momento los pequeños hermanos pasaron a formar parte de la familia del pastor y su mujer, que se convirtieron en su nueva familia junto con Doggy, y acompaño al rebaño por la montaña durante mucho tiempo, en el que hizo amistad con las ovejas y cabras, y demás animales del campo con los que se encontraban en sus viajes.





Con el paso del tiempo los hermanos no crecieron mucho y todos pensaban que eso era extraño en un caballo, pues no eran mucho más grandes que su amigo Doggy.



Un buen día un hombre del pueblo les dijo que no eran caballos, como ellos pensaban, sino que eran ponys y que si se quedaban con él podrían ser famosos, pero Laila, a diferencia de Bailarín, no le creyó, lo que provoco una discusión entre nuestros dos amigos, y cada uno decidió irse por su lado a buscar la verdad.



Bailarín al creerse que era un pony decidió quedarse en el pueblo con el señor, pero su hermana Laila decidió volver con su familia en la montaña.



Laila siguió durante unos largos años con los pastores y con doggy a la montaña donde disfrutaba del verde paisaje y con las ovejas, pero echaba de menos a su hermano.



Bailarín, por su parte se quedo en el pueblo con el hombre, donde se convirtió en la atracción favorita de los niños, cosa que le encantaba. Sin embargo echaba mucho de menos a su hermana.

Al cabo del tiempo Laila decidió comenzar la búsqueda de su hermano, lo que finalmente le llevo a una granja de la que había oído hablar que se encontraba en Movera y se llamaba Torrevirreina.



Allí preguntó a sus nuevos compañeros si alguna vez habían visto o oído algo sobre un pony blanco llamado Bailarín, y ellos le respondieron que les sonaba haber escuchado que se encontraba por un pueblo perdido y abandonado.



Laila estuvo varios días triste y solitaria al conocer la mala situación de su hermano, pero una mañana un camión con un nuevo animal se aproximo a la granja, aunque esta ni se movió.



Cuando el nuevo animal entró por la cerca cual fue la sorpresa de Laila al ver de repente a su hermano perdido.

Se levantó con lagrimas de emoción al ver que por fin estaba al lado de su hermano, desde ese mismo momento su vida cambió, pasando cada momento de su vida juntos.



Cuando a lo largo de los años la pareja de pastores se hicieron mayores decidieron ir a Torrevirreina para ver de nuevo a sus queridos ponys. Una vez allí decidieron quedarse a pasar el resto de su vida con ellos.









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