Una ovejita llamada Nube perdió a su rebaño una noche que tronaba mucho y la lluvia parecía no tener fin. Nube estaba muy asustada así que salió corriendo para poder cobijarse.
-Hola ovejita, estás bebiéndote mi agua.- Dijo el tortuguito un poco enfadado.
-Perdona, no sabía que aquí vivía alguien.- Respondió alegremente. -¿Quieres ser mi amigo?- Añadió la ovejita.
El tortuguito se sumergió brevemente para volver a salir a la superficie con un colgante de perlas, el cual sería muestra de su amistad.
-Por supuesto que seré tu amigo. Aquí estoy muy solo y no me vendría mal un poco de compañía- Comentó la tortuga macho saliendo del lago. -He oído sobre un lugar llamado Torrevirreina, decían que era un lugar muy bonito donde todos sus habitantes son muy felices, pero no quería ir solo.-
-¡Que bien! Quiero visitar ese sitio.- Dijo Nube muy emocionada. -Por cierto, me llamo Nube
-Encantado, Nube, yo soy Lyserg.- Respondió el tortuguito.
Y así, los nuevos amigos emprendieron su viaje hacia Torrevirreina. Durante su recorrido se perdieron y empezaron a dar vueltas sin saber a dónde ir. Pero encontraron a un cocodrilo al que le preguntaron hacia dónde se debían dirigir.
-Tenéis que seguir el camino que está detrás de mí hasta que veáis que se divide en dos, entonces tendréis que ir por el de la izquierda y atravesar un bosque. Pero tener cuidado de no encontraros con los mapaches, os querrán equivocar.-
-¡Muchas gracias señor cocodrilo!- Contestaron los dos a la vez.
Siguiendo las instrucciones del cocodrilo hasta llegar al bosque. Allí se encontraron con los mapaches, así que los dos amigos los evitaron como pudieron y siguieron hablando felizmente de su destino. Pero los mapaches los escucharon y les avisaron de que estaban siguiendo el camino equivocado.
-El señor cocodrilo nos advirtió de que nos intentaríais confundir.- Dijo la tortuga con voz seria.
-Eso no es verdad, nosotros queremos ayudar.- Respondió uno de los mapaches. -El cocodrilo es muy mentiroso y solo quiere el mal para los demás.-
-¿Por que deberíamos creeros?- Comentó la ovejita.
-Dicen la verdad.- Habló una voz en una rama un poco lejana. -Por aquí ya han pasado muchos aventureros jóvenes como vosotros que siguieron las órdenes del cocodrilo.- Terminó de decir el búho.
Los amigos seguían sin estar convencidos del todo, pero unos cuantos animales del bosque también lo confirmaron, de modo que terminaron convenciendo a Nube y Lyserg, los cuales, guiados por el búho, llegaron a Torrevirreina sin más problemas en su camino.
Fueron muy bien recibidos en la granja, así que se quedaron a vivir junto a otros animales que les harían compañía. Nube escribió una carta a su rebaño para decirles que estaba bien, tenía amigos nuevos y se quedaría en Torrevirreina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario